Sin dudas una de las metas que la mayoría de personas tienen como seres humanos es alcanzar la felicidad y para lograrlo la clave es el amor, un sentimiento que suele ser indescriptible para cada uno de nosotros justo en ese momento donde se lo vive con toda intensidad y apasionamiento.
De tal modo, el amor como clave para la felicidad nos invita a valorar las pequeñas cosas de nuestro día a día, así que no ignoremos a los animales que nos rodean, a esas personas que siempre están allí para nosotros, a nuestros amigos cercanos, la música que tanto disfrutamos y en definitiva a todo lo que nos rodea y nos hace feliz.
Recordemos que en muchas ocasiones aunque nosotros contamos con todas las capacidades para amar, no nos aprovechamos de ellas y tendemos a enfocarnos en ciertos condiciones que llevan a una felicidad que resulta efímera para nosotros o poco aconsejable, como los regalos o bienes materiales, siendo que estos en la mayoría de ocasiones pueden irse de nuestra vida tan rápido como llegaron.
Finalmente, pensemos esto, aunque el amor es la clave de la felicidad para nuestra vida, puede que estemos acostumbrados a una serie de eventos en nuestra vida que vemos tan cotidianos o “normales” que desvían nuestra atención de lo que realmente hacen para nosotros o en otras palabras, no los valoramos lo suficiente, así que la reflexión para alcanzar la felicidad es tan simple como aprender a valorar las cosas más pequeñas, simples y hasta cotidianas que acompañan nuestro día a día.